Presión laboral no disminuye ni con Home Office

 

Presión laboral no disminuye ni con Home Office

La presión y explotación laboral ejercida por el trabajo a distancia (o Home Office) en México no ha disminuido ni cambiado pese a cumplirse un año de la pandemia por Covid-19. Durante el año 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que el 75% de los trabajadores mexicanos padecen de estrés, llegando así a la posición número 1 entre los países con mayor estrés laboral, manteniendo su lugar y aumentando el porcentaje el año pasado durante la pandemia.

Acorde a la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la población mexicana trabaja hasta un 20% más respecto a otros países miembros de la OCDE, lo que influye a mantener las cifras en ese nivel.  Dentro de este marco, las consecuencias del estrés laboral se llegan a trasladar hasta el ámbito familiar, en el año 2020 se abrieron 9,857 carpetas de investigación por el delito de violencia familiar, significando esto un aumento del 4.6% en comparación a las cifras que se registraron durante el 2019.

Significando esto un grave problema que afecta en la vida de estudiantes y trabajadores, Alfonso Aguilera, director general del Centro de Formación Integral y Perfeccionamiento Directivo, (ICAMI), con vinculación al Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), señaló en una entrevista con El Universal que

“los primeros meses fueron interesantes, regresar a casa fue una dinámica bien aceptada por la gente”, al no haber horas de traslado tuvieron más tiempo y se la otorgaron al trabajo, a labores del hogar y al cuidado de los hijos”. En el país, en promedio 6 de cada 100 estudiantes trabajan, , aunado a la sobrecarga de trabajo, problemas técnicos, familiares, emocionales, de inexperiencia con el manejo de herramientas tecnológicas, entre otros aspectos, terminaron por crear problemas dentro de las familias.

De acuerdo con la consultora KPGM, al menos 6 de cada 10 empresas planean mantener esta modalidad de trabajo en casa.

El Home Office, que se ofrecía como la alternativa por excelencia, terminó siendo el esclavismo de la era moderna para el trabajador que en muchas de las ocasiones tienen que poner de su propio capital para desarrollar las actividades laborales y para las empresas una de las opciones más redituables al tener la posibilidad de no rentar un inmueble, o al menos eso para el 85% de los call centers que hicieron esto en México durante la pandemia, según datos del Instituto Mexicano de Teleservicios (IMT) y una encuesta realizada por Avaya. La única esperanza que queda en México es que, con la adición del capítulo XII Bis en la Ley Federal del Trabajo, se apliquen las leyes que benefician al trabajador, como pagar el internet del empleado y parte proporcional de la electricidad utilizada durante su jornada laboral, brindarles equipo de cómputo, sillas ergonómicas o impresoras.

Imagen: Ivan Samkov


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